jueves, 4 de octubre de 2007

Furibunda diatriba

Mi primer pensamiento al ver esto fue "¡cómo se atreven!". El segundo fue "¡hijosdeputa!". Para el tercero conseguí elaborar un "¡cómo se atreven estos hijos de puta!". Afortunadamente conseguí escapar del bucle en el que parecía a punto de quedar atrapado y reaccioné: como Pinky se entere de esto...

Pues me van a oír. Vaya si me van a oír. No se puede andar ridiculizando los símbolos sagrados de la gente y pretender salir impune. ¡Hidrocarburos! ¡Especie de logaritmos! ¿No les basta con apropiarse la bandera y el himno? No, ahora van a por el rock. ¡Ectoplasmas! ¿Cómo osan pervertir el mensaje original de una canción hasta el punto de causar asco? No había visto un caso igual desde que la Iglesia transformó el mensaje de paz y amor de un hippie en sanguinaria represión.

Encima lo hacen con mentiras. Ya estamos acostumbrados a las tergiversaciones de estos "pensadores", pero aquí caen en la mentira plana.

HO ha conseguido que Pink Floyd adapte su famosa canción de "Another brick in the wall" para apoyar la campaña contra Educación para la Ciudadanía. El famoso grupo de rock inglés apuesta por la libertad de educación en España.

Seguro que los miembros dispersos de Pink Floyd andan muy preocupados por que se deje de enseñar religión en la escuela pública española. Por supuesto, Hazte Oír no puede admitir que ese montaje lo ha hecho un friki sin escrúpulos en la intimidad de su habitación, así que diparata hasta asegurar que han sido los británicos los que han pensado subtítulos tan graciosos como "ZP, tú simplemente eres un error de este país". Algo que, directamente, puede salirse de la Ley de Propiedad Intelectual, que en su artículo 14 sobre contenido y características del derecho moral asegura:

Corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables:

4. Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su reputación.

Para completar a la visión irónica del asunto, éstos que ahora ven con buenos ojos los cantos contra el adoctrinamiento de Pink Floyd son los mismos que hace treinta años se echaban las manos a la cabeza. Valga el testimonio de un forero de HazteOrín:

En su momento [¿1979?] no estuve de acuerdo con la letra de dicha canción, porque consideraba que desautorizaba la labor de los maestros. Pero lo que realmente desautorizaba esta canción era el control por parte del Estado de la moral y del pensamiento de los ciudadanos. Que es lo que pretende nuestro Gobierno, como todos sabemos.

Porque algunos sí que necesitan educación. No son más que otro ladrillo en el muro.

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