lunes, 29 de octubre de 2007

Series a seguir

A la espera de que arranque la cuarta temporada de Lost para aclararnos definitivamente si los guionistas son unos genios o una panda de flipados incompetentes a los que la criatura se les ha ido de las manos, la parrilla extranjera ofrece unas cuantas series con las que distraernos hasta enero. Haremos aquí un breve repaso de lo que hemos podido ver hasta ahora y qué conviene seguir.

En primer lugar hay que decir que ya ha terminado la segunda temporada de The IT Crowd, una desternillante comedia británica ambientada en el departamento de informática de una empresa. Si aún no has visto los doce capítulos de estas dos temporadas, deja de leer esto y ponte a la tarea: no hay nada mejor que puedas hacer esta tarde.

Entre los estrenos de este año, el único que me ha atrapado -aunque aún tengo pendientes de catar algunas series- ha sido Californication, las aventuras del Agente Mulder reconvertido a escritor de éxito incapaz de escribir una línea; entre palabra y palabra que no escribe se tira a todo lo que se mueva, intenta recuperar a la madre de su hija y aparecer como una figura paterna respetable para la pequeña. La cosa empezó con el listón muy alto, con varios pares de tetas en cada episodio, pero rebajó el tono tras un par de capítulos y ahora sólo hay escenas explícitas muy de vez en cuando, aun cuando la trama parecería exigir más. Sin embargo, Californication tiene más atractivos que mostrar carne: grandes diálogos, personajes bien dibujados, situaciones extremas. Esta noche se emite el último capítulo de la temporada.

Hay dos series que han vuelto por todo lo alto: Dexter y How I met your mother.

El primer capítulo de la segunda temporada de Dexter empezó dejándome dudas sobre si lo tirarían todo al garete intentando humanizar al protagonista, pero los guionistas han salido adelante con dignidad. Para quien no lo sepa, Dexter es un forense psicópata que en sus ratos libres se entretiene matando asesinos. Todo ello ambientado en un asfixiante y sudoroso Miami con una factura impecable. Y una de las mejores intros que se han visto en tiempos.

Por su parte, How I met your mother va por su tercera temporada. La serie recoge el testigo de Friends, pues de nuevo estamos ante cinco amigos que comparten piso y se reúnen siempre en el mismo bar, siempre en la misma mesa. También es una comedia ligera a base de enredos amorosos ambientada en Nueva York, sí. Pero es divertida: veinte minutos semanales de diversión sin compromiso. Cuenta además con el maravilloso personaje de Barney Stinson, un soltero irredento con una asombrosa habilidad para soltar perlas. Y tampoco hay que desdeñar la "innovación formal" de que cada capítulo sea una anécdota que cuenta Ted Mosby a sus hijos en el año 2030, con las posibilidades de saltos temporales que ello ofrece.

En septiembre volvió, cómo no, House M.D. con su cuarta temporada en la que podremos saber si realmente ha despedido a su equipo de toda la vida. La serie parece mantenerse en forma, incluso haber ganado algo de frescura con la introducción de nuevos personajes mientras se mantiene a la estrella de la función. Eso sí, que nadie espere un milagro: sigue ofreciendo lo mismo de siempre, para lo bueno y para lo malo. Yo sigo sin cansarme de las enseñanzas filosóficas que el médico me ofrece cada semana.

Por último, estoy siguiendo Heroes, aunque con desconfianza creciente. La segunda temporada ahonda en los defectos de la primera y pierde capacidad de entretenimiento cada capítulo con una trama por lo general bastante previsible. Esperemos que remonte.

Y tú, ¿qué series ves?

miércoles, 24 de octubre de 2007

Pequeño saltamontes

Dijo el maestro a su discípulo:

"Éste es el final de nuestro camino. Ya no puedo enseñarte nada más. Hasta ahora he sido la gaviota que guiaba tu barca, pero ahora debes aprender a volar por ti mismo. Vuela, vuela pequeño saltamontes."

Y dijo Rajoy:
"Yo sé poco del asunto, pero mi primo supongo que sabrá. Me dijo: he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?

Es un asunto al que tenemos que estar muy atentos, pero que tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial. Hay otros problemas más importantes como (...) los problemas de las emisiones y otros."

Y así fue como el discípulo superó por fin al maestro.

martes, 23 de octubre de 2007

lunes, 22 de octubre de 2007

La raíz de la tragedia


Existe por parte de gentes sin pudor, y con cierta vena fetichista, conservar órganos que les han sido extirpados en formol. Yo no voy a ser menos y aquí les muestro el tumor del tamaño de una mandarina que a padecido durante estos duros meses mi compañero Mr MD. Al principio he de reconocer que fui muy pesimista y que no se recuperaría. Todos los tratamientos, todos los médicos a los que pregunté nos contestaban con negativas, con cara de incredulidad. Aquel problema era algo rarísimo difícilmente de encontrar y extirpar. Hasta que dimos con el reputado Psicomágo, Mr Nihilia, fue el único que creyó en la solución y aunque sus conocimientos médicos son algo primitivos, su medicina casera construida a través de su dura experiencia personal dieron sus frutos. Allí estaba el error, en el sitio más evidente, delante de nuestras narices.

Nunca pensé que extraería semejante cantidad de mierda de los ventiladores de mi ordenador. Ahora respira tranquilo, sin colapsos pulmonares ni ronquidos. Atrás quedan esos capítulos de Perdidos, perdidos a medio descargar, esas películas, esos discos desaparecidos. Esperemos que no se reproduzca el tumor.


jueves, 18 de octubre de 2007

The Wall (We Need Education)

Después de pasear por medio Madrid cargado con un retrete, lanzando vivas a Duchamp, ofreciéndolo ¡por sólo! cinco euros y recibiendo dinero de la gente por contarles toda la historia, que en medio del desenfreno sexual te chupen un dedo puede resultar un gesto poco afortunado.

Y es que a veces las cosas se tuercen. Eso debió pensar el bueno de Tito en su primera incursión en la península, cuando pensaba que iba a probar las mieles godas:

Goda: ¡Anda, qué mono, un canario! ¿Y cómo haces para ir a Canarias?
Tito: ¿?... Pues… voy en avión…
Goda: Claro, porque en barco para saltar el muro chungo, ¿no?

Helo aquí, el muro, en toda su inmensidad, en naranja rodeando las Islas Canarias:


miércoles, 17 de octubre de 2007

Grandes momentos de la música en español 3


Llevaba toda la noche pendiente de ella. De ella y de sus amigos que no habían sido invitados, pero que los había transformado en los míos. La cogí y la llevé a un apartado. Le dije todo lo que tenía que decir esperando que aquél fuera el cumpleaños más feliz de mi vida y... No lo fue. Tres horas después todo el mundo se había ido, incluso ella, y sólo quedaba un amigo de la infancia intentando descolgar todos los cuadros de la casa. El Mercedes descapotable de mi tío esperaba en el garaje, me decía ¡ven!, piérdeme por la noche madrileña, por sus luces y sus sombras. Y poco después sobrevolábamos la M-40 dirección a ninguna parte. Mi amigo, etiqueta blanca en mano, había decidido que el asiento de copiloto no era lo suficientemente alto como para percibir la velocidad de trayecto. Un reflejo en la guantera me hacia recaer cada vez que bajaba la vista en una X. Era un disco y lo introduje en el reproductor, y sonaron unos acordes de guitarra como del fin del mundo, y unos redobles de marcha marcial y una voz casi imperceptible. Y mi amigo Juan me dirá que la felicidad en un concepto tan volátil que no merece la pena hablar de ella. A pesar de que fuera un segundo premio, aquella canción me decía que allí estaba para cuando me necesitara.

lunes, 15 de octubre de 2007

Todos somos gilipollas

Ejercicio práctico: coja el lector el siguiente texto de la entrevista realizada ayer en El País al tipo ése de las fotos de anoréxicas y cambie la palabra "anorexia" y derivados por "gilipollez" y derivados. ¿Observa alguna diferencia?

Porque en el fondo, una campaña en contra de la anorexia es una campaña dirigida a todos. Cada individuo es anoréxico en alguna parte. Todos sufrimos de anorexia de alguna forma. Por eso necesitamos cada vez más de vestidos, de camisas, de tacones, de pintura para los labios. Necesitamos de un coche grande, de una casa en un lugar y en otro. Todo eso es anorexia. Tenemos anorexia en las relaciones con nuestros cuerpos, pero también hacia los demás. Tenemos anorexia hacia nuestro trabajo y nuestra condición humana. Cada persona es anoréxica a su manera. Por eso la campaña tuvo tanto éxito.

Para profundizar: pruebe a sustituir ahora con las palabras "indigentes", "ateísmo", "recursividad", "elegancia". También puede cambiar aleatoriamente "en contra" por "a favor". ¿Cómo afecta al significado del texto? Proponga otras cinco palabras sustitutas de "anorexia".

jueves, 11 de octubre de 2007

La fiesta nacional

Ha pedido Mariano Rajoy que mañana doce de octubre realicemos un gesto que muestre lo que guardamos en nuestro corazón. Yo, como buen seguidor de Brassens a través de Paco Ibáñez, pienso quedarme en la cama durmiendo hasta tarde, hasta que haya terminado el desfile y cesado el ruido de los cazas.

Cuando la fiesta nacional
yo me quedo en la cama igual
que la música militar
nunca me supo levantar.

Y aprovechando que además es el día mundial del huevo, prepararé una españolísima tortilla de patatas. Tras tamaño esfuerzo es muy posible que tenga que volver a la cama.

¿Hay algo más español que no trabajar, comer tarde y echarse la siesta?

miércoles, 10 de octubre de 2007

Grandes momentos de la música en español (2 de 3)



Un hombre con chaqueta vestido de negro baja entre la niebla al andén de un pueblo perdido en la cordillera cantábrica. Todavía permanece nevado pues el invierno no ha abandonado el lugar. Lleva un maletín y un cigarro apenas encendido que le cuelga del labio inferior. Las pocas personas con las que se cruza por las solitarias calles del lugar no le miran con la extrañeza de un turista perdido, sino con odio. Algunos con miedo. Entra en una de las casas y permanece un pequeño espacio de tiempo. A la media hora ya vuelve de camino a la estación y se sienta a esperar el tren. Al fondo se puede ver el pueblo enclavado en la ladera del monte. Una de las casas vomita una gran columna de Humo. El hombre se enciende otro cigarrillo en el banco de la estación. Piensa que es probable que hoy por fin llueva.

La canción del arco iris

¡Que el mundo se pare! ¡Que los sabios y los genios enmudezcan! ¡Que los ignorantes y los mediocres descansen por un día! ¡Valientes y cobardes, nobles y víboras, ilustres y malditos, tomaros un respiro! ¡Tomad aire, porque ha llegado el día!

Ha llegado el día...

¡Los fuertes y los débiles, los complacientes y los quejumbrosos! ¡Los idealistas, los pesimistas, los esperanzados y los mustios! ¡Visionarios y cegados, santos y mártires! ¡Daros todos la mano, porque al fin ha llegado el día!

Ha llegado el día...

Hoy ha llegado el día...

¡Hoy es el día!

¡Que los soberanos bajen de su trono! ¡Que los titiriteros corten los hilos! ¡Arrancaros los hilos! ¡Que los líderes de opinión inclinen sus cabezas! ¡Que los iluminados se vean a sí mismos por un día! ¡Que los patrones hoy no ansíen nada! ¡Que los obreros dejen caer sus brazos! ¡Estudiantes! Abandonad las aulas, porque hoy...

Hoy es el día...

Hoy es el día R.

jueves, 4 de octubre de 2007

Furibunda diatriba

Mi primer pensamiento al ver esto fue "¡cómo se atreven!". El segundo fue "¡hijosdeputa!". Para el tercero conseguí elaborar un "¡cómo se atreven estos hijos de puta!". Afortunadamente conseguí escapar del bucle en el que parecía a punto de quedar atrapado y reaccioné: como Pinky se entere de esto...

Pues me van a oír. Vaya si me van a oír. No se puede andar ridiculizando los símbolos sagrados de la gente y pretender salir impune. ¡Hidrocarburos! ¡Especie de logaritmos! ¿No les basta con apropiarse la bandera y el himno? No, ahora van a por el rock. ¡Ectoplasmas! ¿Cómo osan pervertir el mensaje original de una canción hasta el punto de causar asco? No había visto un caso igual desde que la Iglesia transformó el mensaje de paz y amor de un hippie en sanguinaria represión.

Encima lo hacen con mentiras. Ya estamos acostumbrados a las tergiversaciones de estos "pensadores", pero aquí caen en la mentira plana.

HO ha conseguido que Pink Floyd adapte su famosa canción de "Another brick in the wall" para apoyar la campaña contra Educación para la Ciudadanía. El famoso grupo de rock inglés apuesta por la libertad de educación en España.

Seguro que los miembros dispersos de Pink Floyd andan muy preocupados por que se deje de enseñar religión en la escuela pública española. Por supuesto, Hazte Oír no puede admitir que ese montaje lo ha hecho un friki sin escrúpulos en la intimidad de su habitación, así que diparata hasta asegurar que han sido los británicos los que han pensado subtítulos tan graciosos como "ZP, tú simplemente eres un error de este país". Algo que, directamente, puede salirse de la Ley de Propiedad Intelectual, que en su artículo 14 sobre contenido y características del derecho moral asegura:

Corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables:

4. Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su reputación.

Para completar a la visión irónica del asunto, éstos que ahora ven con buenos ojos los cantos contra el adoctrinamiento de Pink Floyd son los mismos que hace treinta años se echaban las manos a la cabeza. Valga el testimonio de un forero de HazteOrín:

En su momento [¿1979?] no estuve de acuerdo con la letra de dicha canción, porque consideraba que desautorizaba la labor de los maestros. Pero lo que realmente desautorizaba esta canción era el control por parte del Estado de la moral y del pensamiento de los ciudadanos. Que es lo que pretende nuestro Gobierno, como todos sabemos.

Porque algunos sí que necesitan educación. No son más que otro ladrillo en el muro.

lunes, 1 de octubre de 2007

De niña a mujer

Una mañana cualquiera, me desperté sin más. No había sido el único. Caminando aún entre brumas me dirigí a la cocina, temiendo abrir una puerta y encontrarme en alguna región particularmente denigrante de mi subconsciente, siguiendo el murmullo de dos voces femeninas. Temiéndome lo peor, abrí la puerta y me encontré con mi madre y mi hermana transmutadas en sendos borrones de enormes ojos interrogantes que, inmediatamente, enmudecieron y pusieron sus miradas en fuga, cual trileras sorprendidas in fraganti. Dentro de mí, Sherlock Holmes se arrebujó bajo las sábanas y gimió:

-Cinco minutitos más, por Scotland Yard…

…asentí interiormente, ensayé mi mejor cara de pasmao, me rasqué con desinterés un cachete del culo para redondear la escena y me fui a prepararme un café. Algo se traían entre manos. Notaba sus miradas en la nuca mientras intentaba desmontar la cafetera. Notaba cómo conspiraban con leves miradas. Sentía sus miradas en el cogote mientras intentaba recordar, una mañana más, en qué sentido se desenrosca una cafetera. Sentía cómo ese par de telépatas se hacían confidencias en fugaces sonrisas. No las noté mientras maldecía a todas las cafeteras del mundo, pero sé que se infundían mutuamente paciencia ancestral para con todo mi género. Las noté hasta que capitulé y me decidí por la cafetera de émbolo. Entonces pude sentarme entre ellas. Una vez que comprobaron que mantener una ceja en alto no bastaba para echarme, pusieron los ojos en blanco y confesaron:

-A tu hermana le ha venido la reg… ejem, tu hermana está mala.

-No creo que esa expresión la haya acuñado una mujer –saltó Holmes en plan House, reivindicándose el hombre.

-¡Calla, insensato! –me apresuré a decir. ¿Es que quieres hundirnos? Ni un solo comentario en esa línea o las perdemos. Es un tema sensible, mi hermana puede sentirse incómoda. Somos hombres y quizá la intimidemos, no sabrá cómo comportarse ante nosotros, debemos ser en extremo cautelosos, comprensivos y sensibles.

-Por Enrique VIII, cuánto remilgo…

-Tú nunca te casaste ¿no?

-Well… yes... you know… yo tenía que salir a por rapé…

Olvídale. Piensa rápido. Piensa rápido. Veamos. Es un momento importante, esperado y quizá temido, debes transmitirle naturalidad ante todo, así que muestra alegría. Alegría. Alegría. Naturalidad y alegría. ¿Y qué más? ¿Qué más? Empatiza, hombre, empatiza, eso es. Pregúntale algo. Duele, eso es, la regla a veces duele, pregúntale sobre eso. Vamos, vamos, que ya lo tienes:

-Estoo… eeh… Joder que bien, ¿no? ¿Y te duele o qué?

Mi hermana me retiró la mirada. Mi madre me retiró la mirada. Todos nos refugiamos en el televisor, que no pudo tener mejor puntería:

“…y ahora pasamos a hablarles de un videojuego que está causando polémica. Un videojuego al que han tachado de innecesariamente SANGRIENTO…”

De repente mi hermana se puso tensa. Se incorporó con los puños cerrados, la cara iluminada como un farolillo y furia homicida en la mirada. Tenía un par de cosas que decirle al mundo. Se había descubierto a sí misma contra todo, contra todos. Había descubierto que ciertas situaciones requieren una actuación contundente. Ya sólo una afirmación certera en el momento adecuado podría ayudarla. Y ahora podía, vaya si podía, ahora ya era una mujer. Acababa de descubrir EL SENTIDO DEL HUMOR. Gritó con todas sus fuerzas:

-¡¡¡PARA SANGRIENTO MI CHOCHOOOOO!!!

La ostia que le arreó mi madre aún hace eco en algún lugar del mundo.

Para uno que vino solo y se fue escoltado.