No recuerdo exactamente anoche, quien, ni cuando, me comentó una anécdota. En un momento determinado tuvo la fortuna de dialogar con Calamaro, (parecía un testimonio creíble). El tipo, que el alcohol y el cansancio se ha encargado de borrarle el rostro, contó como "el cantante" accedió a describirle como un sobrino suyo, intentó reventarle la cabeza con un bate de béisbol una nochevieja de abusos.
Hoy, leyendo una reseña del disco en Mondosonoro, hay un párrafo en el que habla del asunto. Corrobora que no solamente mi amigo no mentía, sino que completaba la información asegurando que ese año lo recibió en el hospital.
Me sorprendió también como Nacho Vegas contesta a una pregunta de Rolling Stone en el que le preguntaban en que sesión de grabación mítica le hubiera gustado estar. Honestidad brutal. Según cuenta Vegas aquello fue el espectáculo mas surrealista jamas contado. En un momento de la noche Calamaro cree que deben meter un acordeon en un tema, pero un acordeon que suene a "calle". Y tu ves a Calamaro a altas horas de la madrugada buscando un acordeonista callejero por la Gran Via...
En plena cosecha toxica se comentaba como Calamaro recorría las revistas musicales asegurando que Dylan se había basado en en "Honestidad Brutal" para componer "Love And Thef".
Alguien en la prensa musical intentaba establecer analogías entre "Honestidad Brutal" y "Blonde on Blonde". Puede ser un argumento interesante pero después de escucharlo nuevamente esta mañana creo que sería una ignominia compararlo. Puede que resulte muy evidente esa cadencia vocal tan característica de ambos, pero no... Honestidad Brutal es un disco de canciones, muchas obras maestras, tambien con algunas estupideces excesivas que se pueden oír sin problema.
Pero hoy en día creo que no existe un solo disco capaz de reunir tantas grandes canciones, himnos generacionales a su modo para algunos de nosotros, alegatos acerca de la soledad y la tristeza, la diversión y la desproporción.
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