Como muestra de exuberante originalidad y desbocada creatividad, he aquí una segunda entrega de “Canciones del Verano”. Puede escucharse en el mismo blog canción a canción o descargarlo directamente.
Si no queréis escucharlo tan sólo tenéis que apagar el ordenador, despejar el salón por si acaso, recitar los tres primeros párrafos del Necronomicón (si no disponéis de un ejemplar podéis haceros con uno sacrificando una cabra desde el interior de un círculo cabalístico, sosteniendo un cuchillo con la sangre de una virgen en una mano y la verga de un caballero templario en la otra, se recomienda dar propina al emisario del averno), sobrevivir a la explosión y después repetir, saltando a la pata coja, obí, obá, ay cada día te quiero más. ¿Con qué pierna saltasteis? Lo siento, era la otra.
Coconut Records “West Coast”: el verano son sus mañanas. Te levantas con ínfulas de funcionario, te dejas en el primer lugar que encuentras y le das uso a la mano del mando a distancia, que al final del verano se te ha quedará como la de un playmobil. Ya subirá alguien con el periódico. Y con el pan. Alguien encenderá el ordenador. Te has hecho una promesa y eres el último al que defraudarías: “Hoy me la voy a tocar, pero bien.”
Andrew Bird “Fake Palindromes”: violines desatados, un bajo trotoncete, una guitarra que se deja ver lo necesario y una voz dibujando formas sobre el conjunto. Lo único que siento es no haberlo descubierto antes.
British Sea Power “Remember Me”: Nunca se sabe si se alcanzará la cima del éxito o se quedará uno en la falda, pero en el fondo sólo se trata de esto: remember me.
Los Planetas “Deseando Una Cosa”: Porque un buen día Timoteo yo nos pusimos flamencos y nos plantamos en el Sonorama. Porque por el camino nos abdujeron y aparecimos sin saber cómo al otro lado del Duero. Porque convertimos en tradición dormir en el coche, pese a que, éste año sí, llevásemos la tienda de campaña. Sin embargo, nada como el año pasado. Se formó vaho en las ventanas del coche mientras dormíamos, a lo Titanic, y nos hubiésemos convertimos en la atracción del parking del Sonorama de no ser por que Timoteo, harto de lidiar con el volante, se entretuvo asustando a todo curioso que se acercaba a mirar, emergiendo de su asiento cual Nosferatu en estado de privación de sueño. Gracias al vaho cuando querían darse cuenta, ya lo tenían encima.
Timoteo saludando cordialmente a un asistente al Sonorama.
Desert Sessions Vol. 9 & 10 “I Wanna Make It With Chu”: Las “Desert Sessions” son, básicamente, un sarao que monta de vez en cuando Josh Homme, líder de Queens Of The Stone Age en un tal Rancho de la Luna en Joshua Tree (California) con el objetivo de que el desierto y otras fuentes de inspiración trascendental, mayormente drogaína, den lugar a nuevas composiciones. Con sólo leer el título (¡ese “chu”!) o escuchar ese estribillo en falsete uno se imagina el ambiente de jarana reinante en las sesiones, Mark Lanegan acaparando el bourbon, Brant Bjork los cigarritos kármicos, Nick Oliveri corriendo en pelotas por el desierto, Josh Homme intentando que PJ Harvey meta la mano en su bolsillo… suficiente para reclamarle a Segundo de Chomón unas “Pajar Sessions Vol. 1” en Villajuárez (Argecilla). Total, a algunos ya nos han visto correteando a lo Nick Oliveri por su pueblo.
¿Que por qué elijo esta versión en lugar de la que han grabado para el nuevo disco de Queens Of The Stone Age? Porque en ésta la que quiere hacérmelo es PJ Harvey, no hay color.
David Vandervelde “Jacket”: Mientras salgan canciones como esta por mí, ningún problema con que vuelva el glam. Ahora, si vuelven las boas de plumas a lo Marc Bolan, tengo que empezar a maquillarme, a ponerme mallas y hombreras dignas de Vegeta yo me bajo, me oyen, ¡yo me bajo!
Entre bambalinas, Vegeta y Loco Mía hablaban de sus modistos favoritos. Sabíamos que eran de otro planeta.
Feist “One Two Three Four”: Uno, dos, tres y cuatro. Chan Marshall (Cat Power), Joanna Newsom, Feist y Neko Case. Vaya póquer de reinas. Me imagino recorriendo un bosque con Segundo de Chomón y Timoteo, pertrechados con un banjo. Una insinuante melodía se abre paso entre los ruidos propios del bosque: “You and me and the devil makes three, don´t need no other loving baby, go to sleep you little baby…” Aparecemos sin saber cómo en un río en el que estas cuatro zagalas andan lavando su ropa interior, frotándola contra las rocas de la orilla, moviéndose rítmicamente. Su ropa húmeda se adhiere a sus cuerpos, su pelo mojado acaricia sus largos cuellos. Nos ven. Se acercan a nosotros contoneantes, tentadoras, peligrosas, y comienzan a susurrarnos su melodía mesmerizadora al oído, apretando su cuerpo contra el nuestro, dejándonos sentir sus formas, la calidez de su aliento. ¡Oh, brother!, caigo en la cuenta, ¡me pido también la que sobra! El banjo, ni lo olemos.
José González “Killing For Love”: me desarma este hombre. Cómo suena esa guitarra, cómo se saca de la manga canciones pop redondas con los mínimos recursos y esa voz, cuánta falta me va a hacer esa voz en invierno.
Maps “To The Sky”: lo de la música contemporánea es tal ensalada de géneros, subgéneros, etiquetas hiperbólicas y referencias exhibicionistas que ya no sé ni lo que escucho. ¿Shoegazing? ¿Dream Pop? ¿Indietrónica? ¿My Bloody Valentine? ¿Dreamvalenpop shoetrónico?
Digitalism “Zdarlight & I Want I Want”: nada que decir. Pongan los graves a tope, suban el volumen como si desconociesen el concepto de civismo y dancen, malditos, dancen.
Devendra Banhart “Seahorse”: para rematar, la última marcianada de Devendra Banhart, un medley, una maravilla de ocho minutos que saca el tipo como single, con un par. Ahora, viendo el videoclip hay algo que me preocupa. ¿Les exige Devendra dejarse a todos barba? ¿Asistimos a los primeros pasos de la secta de “La Barba del Tercer Mes”? ¿Y cómo consiguen mantenerlas tan lustrosas? ¿Y si arriba arrecia abajo amaina? Si me cuentan sus secretos prometo contarles los míos.
1 comentario:
Definitivamente, me he quedado anclado en el año 2006.
PD: apoyo emocionado la convocatoria de la “Pajar Sessions Vol. 1”. Por paja no será.
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