En un despacho del Santiago Bernabéu trabaja sin descanso un humilde currante dispuesto a todo por su club.
PEDJA: Hola, ¿está el Marca? Pues que se ponga. Sí, mira, es que tengo unas filtraciones que filtrar... ¿Habéis oído hablar de Kaka, el jugador del Milán? Sí, bueno, eso: Kaká. Pues estamos dispuestos a pagar la cláusula de rescisión.
Cuelga el teléfono y se frota las manos. Sonríe. Esto marcha.
Al día siguiente, en la mansión de Berlusconi.
SILVIO: ¿Pero a estos del Madrid qué les pasa? Tienen al mejor delantero del mundo, me lo venden por cuatro duros y ahora quieren dejarse una pasta en Kaká... me estoy poniendo tenso. (Pulsando el interfono) Daniele, llámame a unas pilinguis.
Minutos después suena el timbre.
DANIELE (INTERFONO): Señor, aquí hay un par de personas que dicen tener cita con usted.
SILVIO: Sí, déjalas pasar. (Busca algo en su escritorio mientras se abre la puerta) Hola, precios... esto... ¿qué cojones...?
RAMÓN: Venimos a ofrecer 10 millones por Kaka.
SILVIO: ¿Por Kaká?
RAMÓN: Veo que es usted duro de pelar. 50 millones.
SILVIO: ¿Pero quién es usted?
RAMÓN: Ramón Calderón, presidente del Real Madrid. ¿No se enteró? Si gané el puesto gracias a un chanchullo con los votos por correo digno de la mafia. Se lo explico si tiene un ratito...
SILVIO: Es que estoy esperando a alguien.
RAMÓN: Por eso no se preocupe, Pedja puede hacer realidad todos sus deseos. Pedja, vete desnudando.
SILVIO: Oiga, que a mí me llaman Il Cavalieri. Soy un hombre recto.
PEDJA: Está bien: 100 millones y una noche con mi mujer. De todas formas, voy poniendo el culo en pompa por si se arrepiente.
SILVIO: ...
RAMÓN: Es usted un fino estratega... un trillón de euros.
SILVIO: ¿Se ha vuelto loco?
RAMÓN: ¿A cuánto asciende la cláusula de rescisión, diablos?
SILVIO: No, mire, es que en Italia no hay de eso. El jugador se va si nosotros queremos. O si él nos lo pide de rodillas, lo tasamos a regañadientes.
RAMÓN: Pues ahí tiene a Pedja rodillas en tierra.
SILVIO: No es lo mismo. Aunque no tiene mal culo...
PEDJA: ¿No ve cómo al final...?
SILVIO: Quita, quita.
RAMÓN: ¿Pero usted qué demonios quiere? El Madrid entero por Kaka... ¡mi alma por Kaka!
SILVIO: ¿Su alma? Ya la entregó para ganar las elecciones.
De vuelta al cuartel general del Real Madrid.
RAMÓN: No entiendo qué es lo que hemos hecho mal.
PEDJA: Vamos, no se desanime, presi: el mercado de fichajes está lleno de jugadores deseosos de venir al Madrid.
RAMÓN: ¿De verdad? Empiezo a sospechar que nadie quiere jugar para mí. Es como cuando iba al colegio.
PEDJA: Oh, eso no es cierto. Mire, ahí tenemos a... esto... sí... a... Pepe. ¡Eso es, Pepe!
RAMÓN: ¿Pero a ése no le rechazamos hace nada?
PEDJA: Sí, salía demasiado barato. Como con Gabi Milito. ¿Qué prestigio puede aportar alguien que cuesta tres millones?
RAMÓN: Bueno, bueno. Mientras no se convierta en un Woodgate...
PEDJA: No, para eso ya nos hemos hecho con los servicios de Metzeler. Vacaciones pagadas en España no es una oferta fácil de rechazar.
RAMÓN: Ya... En fin, tú sabrás. Lo dejo en tus manos.
PEDJA: No se preocupe, presi, va a ser el fichaje del verano.
El (¿ex?) yugoslavo descuelga el teléfono
PEDJA: Hola, ¿está La Prensa? Pues que se ponga. Sí, mire, que se olvide de Kaka. Necesitamos imperiosamente un defensa y nos hemos fijado en Pepe. Además, aún no hemos fichado a nadie y nos sobra el dinero. ¿Lo ha apuntado todo?
Finalmente, el Real Madrid consiguió contratar al conocido defensa central Kléper Laveran Lima Ferreira, "Pepe" por treinta (30) millones de euros, unas diez veces su precio de mercado cuando desestimó su contratación.
A día de hoy, Pedja Mijatovic sigue ejerciendo como director deportivo del club.
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