sábado, 2 de febrero de 2008

Perdidos con Lost

Timoteo: "Esto no va a ninguna parte"

Decepcionante comienzo de la cuarta temporada. Mira que en la tercera habían conseguido, al final, interesarnos una vez más, pero es que esto no va a ninguna parte. Tres cuartos de hora para contarnos una vez más que Hugo está como una cabra, que de todos los que hay en la isla - la docena de protagonistas y la cohorte de secundarios- volverán seis a la civilización y que el grupo, oh novedad, se separa en dos partes. Pues vale. La muerte de Charlie sigue siendo completamente incomprensible -¿por qué rayos cierra la puerta por dentro y se sacrifica en vez de cerrar la puerta desde fuera y vivir?-, por mucho que les duela a Claire y a Hurley.

Viendo cómo se plantea la cuarta temporada, esto va a ser más largo que un día sin pan. Los guionistas han acotado la duración prometiendo acabar en tres años. Bien por ellos. Sin embargo, ese final lo veo demasiado lejano, ya podrían hacer de ésta una temporada final trepidante en vez del chicle que está amenazando en convertirse.

Desde aquí, aprovecho para sugerir un final, viendo que el de los guionistas va a ser una chusta, puesto que siguen empeñados en contarnos un montón de cosas que no nos interesan y que, en principio, no añaden nada a la trama, a menos que se empeñen en que al final -como si eso fuera una justificación- signifiquen algo. A lo que iba: resulta que todo lo que nos narran en la serie no es más que una alucinaciónde Hugo, encerrado en una celda acolchada y con una camisa de fuerza, gritando una y otra vez que debe volver a "la isla" ante el gesto descorazonado de los médicos, que saben que el gordo no ha salido del psiquiátrico desde su más tierna infancia. El siguiente paso es J. J. Abrams en una celda acolchada con su correspondiente camisa de fuerza imaginando a Hugo imaginando que se estrella en una extraña isla junto a un grupo extraordinario. A continuación un fundido a negro tras el que aparece Nelson señalando al espectador y proclama: ¡ja, ja!

Segundo de Chomon: "Hugo no es el único sonado"

No puedo añadir más a la valoración del capítulo que ha desarollado Timoteo. Fue un capítulo típicamente comodín para alargar la trama y no decir nada. (Creo que la única serie que no ha utilizado este recurso es Los Soprano.) Me resultaron absolutamente edulcoradas las escenas presuntamente dramáticas donde Hugo le comunica a la rubia la muerte de Charlie, abusando de la típica melodía melodramática que sacan a relucir los realizadores cuando nos quieren arrastrar una lagrimita. Digo la rubia porque es un personaje, que al igual que el 80% de los supervivientes salvo Jack, Desmond, Locke, Kate, Sayid y Hugo, me la suda lo que les ocurra. Sólo difiero en un punto. En realidad sí creo que tengan cosas que decir los guionistas pero se trata de una serie con una estructura muy definida, donde la información no se puede reflejar progresivamente, capítulo a capítulo, sino que juegan con el factor sorpresa-orgasmo típico de sus finales.

Ahí va mi teoría. Un instituto psiquiátrico de Palo Alto ha diseñado un experimento a modo de tratamiento de shock para personas con tendencias depresivas y desajustes psíquicos, que consiste en poner a esos individuos enfermos en situaciones extremas para que intenten luchar por su propia vida y se sientan mejor consigo mismos al darse cuenta que pueden sobrevivir solos, encontrando a gente con sus mismas deficiencias. Para que se crean todo el circo colectivo de la isla donde estan atrapados se les administra cuidadosamente drogas insertas en las frutas y los jabalíes. Ben, por supuesto, es el jefe del psiquiátrico, y “los otros” el personal sanitario. En función de cómo reaccionen, el proyecto se convertirá en una especie de psiquiátrico activo para ricos que se puedan pagar este tipo de parque de atracciones mental.

Nihilia: "Chicles y osos blancos"

Lo malo del chicle es que siempre acaba perdiendo el sabor. Al final te encuentras mareando un pedazo de goma, con el único incentivo de poder inflar grandes globos que, a la que te descuidas, te explotan en la cara. Esa era la sensación que tenía durante la mitad de la tercera temporada y, a tenor de esta apertura, temo que la cuarta no vaya a ser muy diferente.

Mi principal crítica a este capítulo es la misma que la de Timoteo y Segundo de Chomón: en tres cuartos de hora no ha pasado absolutamente nada. A un ritmo vertiginoso, eso sí. Estamos justo en el mismo lugar donde nos quedamos, con la trama principal desaparecida y los guionistas jugando al escondite. Sin embargo, es cierto que he disfrutado como un enano con tramas que poco o nada tenían que ver con el misterio de la isla. Los guionistas han conseguido emocionarme en muchas, muchas ocasiones y, de hecho, lo han conseguido en algún momento con todos y cada uno de los personajes. Gracias, sois muy grandes.

El problema es que, después de tres temporadas y, pongamos, unos setenta y cinco capítulos, episodio arriba, episodio abajo, les tengo a todos más vistos que el T.B.O., ya me cabreo si me intentan colar personajes nuevos y me la pela que la choza de Jacob se pegue unas carreras: quiero que la trama sobre qué es la isla avance.

Lo peor de todo el asunto es que, ya veremos lo que dice la audiencia, pero de momento se supone que la serie tiene que dar para tres temporadas más. Casi nada, justo el doble de lo que llevamos. Mi versión de cuando Abrams se lo contó a su señora:

-Hola JJ.
-Hola cariño. Muá.
-¿Se lo has dicho?
-Claro que se lo he dicho.
-¿Has hablado con la cadena?
-Por supuesto, a mí me van a venir con exigencias.
-¡Mi héroe! Cuenta, cuenta.
- Les he dicho que las cosas duran lo que duran, y no hay más.
-¡Claro!
- Hombre, que ya está bien, que la serie es mía, no suya.
-¡A ver!
-Que mi integridad artística no está en venta, joder
-¿Quiénes se han creído?
-Que esta es mi visión.
-¡Eso es!
-Que esta… es… es... ¡Mi obra maestra!
-¡Viva!
-¡Yo seré recordado por esto!
-¡Bravo!
-¡Es mi legado al mundo!
-¡Hazme tuya JJ! Entonces, ¿cuándo se acaba la serie?
-¡Dentro de tres temporadas!
-De… tres… temporadas.
-Ni una más.
-¿Con sus veintipico capítulos?
-Mas especiales.
-¿Os veis capaces de contarlo todo en 70 horas?
-¿Te han llegado rumores de la película?

En fin, que recibo malas vibraciones de la isla. Mi predicción sobre el final de Lost:

Jack: ¡Coño! ¡Así que hablas, Oso Blanco!
Oso Blanco: Llámame Paul. Y tengo tres carreras.
Jack: Bastante impresionante. ¿Y sabes de qué va todo esto?
Paul: Sí.
Jack: ¿Me lo cuentas?
Paul: Vale. Total, pienso comerte después.
Jack: No me importa, me he quedado sin amigos, me los he cargado a todos.
Paul: Cada temporada más colgado. Venga, ahí va. El secreto de la isla es…
Jack:¿Si?
Paul: …es…
Jack: ¿¿¿Si????
Paul: Magia.

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