Tranquilos, que es sólo a otro lado.
Parece que por fin, tras unos cuantos dimes y diretes, un par de replanteamientos en cuanto al color de las paredes y dónde poner los muebles e inumerables días sin asistir a clase, el nuevo emplazamiento de La Callecita está preparado para entrar a vivir. Atrás queda el viejo barrio de Blogger, en favor de uno nuevo más céntrico, mejor comunicado, con más bares abiertos hasta más tarde, nuevos adoquines y nuevos olores a orín en las esquinas. Y si no los hay, ya nos encargaremos nosotros de marcar el territorio.
Como veréis, la nueva calle tiene pisos individuales para cada uno de los integristas integrantes de este blog (excepto Segundo de Chomón, que tiene un chalé), aunque seguimos compartiendo la cocina y el recibidor. Hay unas etiquetas que aparecen ahí a la derecha en forma de nube a las que tenemos que averiguar cómo sacar partido. Un buscador arriba del todo para... bueno, buscar palabras entre estos textos. Y otras pequeñas novedades que os invitamos a descubrir. Más posibilidades para que cada uno haga sus visitas más a gusto.
Pasean y lean. Están en su calle.